El pensador de rondín
El Pensador de Rodin: Historia, Significado y Reflexión en el Arte
El pensador de rondín. es una de las esculturas más reconocidas y simbólicas de la historia del arte, capturando la profundidad del pensamiento humano a través de una figura que, aunque inicialmente incomprendida, se ha convertido en un ícono universal. Ubicada en museos de renombre como el Museo Soumaya en Plaza Carso, esta obra sigue cautivando a los visitantes por su conexión con temas filosóficos y existenciales.
Como otros, me maravillé al saber cómo Florencia, una pequeña república rodeada de poderosos rivales, se identificó con la figura de David enfrentando a Goliat, el gigante enemigo, representando su propio valor y aspiraciones.

El pensador de rondín: De «El Poeta» a Icono Universal
La creación de el pensador Auguste rondín surgió inicialmente como parte de un proyecto más grande: La Puerta del Infierno, inspirado en el infierno de Dante Alighieri. Rodin, fascinado por la visión de Dante, concibió esta figura como una representación del poeta sumido en sus pensamientos. Esta conexión con la obra de Dante fue un aspecto que el propio Rodin enfatizó, como bien se muestra en el Museo Soumaya: “El primer título con el que se conoció a esta obra, incluso dado por el propio artista, fue El Poeta,” mencionan en el vestíbulo, mostrando a El Pensador como un reflejo de Dante en sus tormentosas visiones del infierno.
Rodin el pensador escultura imaginó esta figura como un símbolo de reflexión y creatividad humana. Originalmente pensó en un Dante sentado sobre una roca, frágil y etéreo, envuelto en sus pensamientos y planeando su poema. Sin embargo, Rodin optó por crear a un pensador desnudo, con una postura dinámica que captura el esfuerzo mental y físico. Este cambio simbólico de “El Poeta” a El Pensador transformó la obra en un retrato universal de la humanidad en proceso de creación, como lo describe Rodin: “el pensamiento fértil que lentamente se produce a sí mismo en su cerebro.” En el Museo Soumaya, este concepto es palpable, invitando a los visitantes a ver el proceso creativo no como algo instantáneo, sino como una introspección profunda.
La Postura del Pensador: Interpretación y Simbolismo
La postura de El Pensador ha sido objeto de interpretaciones diversas. La figura se sienta sobre una roca, con el cuerpo inclinado hacia adelante, el puño bajo la barbilla, y los músculos tensos como si el propio acto de pensar fuese una carga física. “Sus pies lo empujan hacia arriba, su puño contra sus dientes,” describió Rodin, enfatizando la tensión de un pensamiento que no solo es intelectual sino corporal.
Durante el recorrido en el Museo Soumaya, se resalta cómo El Pensador representa no solo a Dante o a un filósofo en reflexión, sino al propio ser humano enfrentando sus dudas y cuestionamientos. Este efecto visual y simbólico ha trascendido el tiempo, pero la recepción inicial fue dura. Los críticos de la época incluso llegaron a calificar la obra de “un bruto enorme, un gorila estúpidamente obstinado,” argumentando que Rodin había priorizado la brutalidad sobre la belleza. “Es interesante ver cómo el arte no siempre es bien recibido en una primera intención,” mencionan en el museo, y esta pieza demuestra que el verdadero arte va más allá de las primeras impresiones.
Elementos Filosóficos: El Gorro Frigio y la Piedra Filosofal
El simbolismo de El Pensador va más allá de su postura y músculos tensos. Uno de los elementos más singulares es el gorro frigio que porta, un símbolo de libre pensamiento y autonomía moral. Este detalle resalta la influencia filosófica en la obra, representando la independencia intelectual y la búsqueda de la verdad, algo que ya los persas y las logias masónicas de Europa atribuían a este símbolo. En el Museo Soumaya, explican que “este gorro frigio es el gorro del librepensamiento de tradición incluso antigua,” un elemento que subraya cómo el pensamiento no está atado a normas morales o religiosas específicas.
Asimismo, la figura se encuentra sentada sobre una roca, que podría interpretarse como una “piedra filosofal”, un símbolo alquímico que representa la transformación de la materia común en oro o, en un sentido metafórico, la transmutación del pensamiento en creación. En el museo, esta idea se refuerza al mostrar la obra como un recordatorio de la capacidad humana para convertir ideas en algo sublime, un símbolo de la búsqueda incesante por el conocimiento y la autotransformación.
